La diligencia abre las puertas a la Bendición
¿Alguna
vez te ha pasado que esos “5 minutos más” que planeabas estar en la cama por
la mañana se han multiplicado, sin saber cómo, hasta convertirse en una
hora? ¿O has
empezado a ver un nuevo capítulo de una serie con la idea de ver solo 10
minutos, y has acabado viendo el episodio entero? ¿O ese momento de echar un
vistazo a las redes sociales se ha convertido finalmente en 30 minutos de
hacer scrolling y ver vídeos? Reconozco que a mí de vez en cuando me ocurren
estas cosas… ¡pero lo peor es cuando ocurren todas el mismo día! Antes de que
te puedas dar cuenta, ya es de noche, y no sabes dónde ha ido a parar el
día. La
Biblia habla en muchas ocasiones acerca de la necesidad de aprovechar bien el
tiempo, y de ser diligentes a la hora de llevar a cabo nuestras tareas. Mira
las bendiciones que la Biblia relaciona con la diligencia: ·Riquezas: “La
mano negligente empobrece; más la mano de los diligentes enriquece” (Proverbios 10:4) ·Autoridad: “La
mano de los diligentes señoreará; más la negligencia será tributaria” (Proverbios 12:24) ·Abundancia: “Los
pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el
que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza” (Proverbios 21:5) ·Prosperidad: “El
alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será
prosperada” (Proverbios 13:4) Esto se
manifiesta en el plano natural, pero es igualmente cierto a nivel espiritual.
Es pesado levantarse diligentemente temprano a diario, entre las 4 y las 5 de
la mañana, para tener un buen tiempo de comunión con el Señor. Tiene su
recompesa! No sé si te consideras una persona que suela
aprovechar bien el tiempo, pero si tienes la sensación de que el día se te
escapa de las manos, ¿cuál crees que son las causas de ello? Pídele al Señor
que te revele áreas en las que no estás administrando bien tú tiempo.
Invierte unos minutos en oración, mientras analizas tus tareas diarias en
busca de “agujeros”. ¡Sé diligente en ser diligente! La diligencia abre las puertas de la
prosperidad en todas las áreas de tu vida. Estoy seguro que vas a crecer
en tus niveles de diligencia para la gloria del Señor. “Señor, quiero perder menos tiempo en cosas que no son importantes.
Ayúdame a ser diligente en cada cosa que haga, y a buscarte de lo más
profundo de mi corazón, aunque ello me lleve a tener que levantarme antes. ¡Quiero
ser un/a buen/a siervo/a tuyo! En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”. |