lunes, enero 04, 2021

Dios desea que seas prosperado

Dios desea que seas prosperado
En lo más profundo de nuestro ser hay un anhelo de prosperar, de progresar, de avanzar... ¿No es cierto? Deseamos mejorar económicamente, ser mejores padres, aprender quizá nuevos idiomas, bajar unos cuantos kilitos (sobre todo después de Navidad...=)  y, por supuesto, potenciar nuestra relación con Dios. 

Puedo ver esto en casi todos alrededor nuestro. Todos tenemos en nuestro ADN ese deseo de crecer y de desarrollarse.

Dios desea tu prosperidad. Él no quiere que te quedes bloqueado en el camino, aplastado por los problemas de la vida, sin salida. ¡No! Él quiere darte nuevos comienzos, abrirte caminos, verte levantar el vuelo y que puedas alcanzar todas las metas que Él pone en tu corazón, en cada área de tu vida. Así de precioso es Él. 

Él es tu Padre, y se alegra en tu bien. Así lo expresa el apóstol Juan: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2). Sí, eres un/a Amado/a de Dios, y Él desea que seas prosperado/a:

·  En todas las cosas que hagas

·  En tu salud

·  En tu vida espiritual

Tu vida espiritual es el motor de todo: si prosperas en tu relación con Dios, verás cómo todo se pone en orden en tu vida, y la prosperidad en el resto de áreas se empezará a manifestar de manera progresiva. 

Dios quiere prosperar tu espíritu, y con él tu vida entera. Esta es una claves acerca de la auténtica prosperidad que Dios ha preparado para ti. Que buscar a Dios se convierta en tu máxima prioridad, y que a través de ello puedas experimentar Sus bendiciones en todo lo que hagas.

Ponte en acción

·  Cuáles son las áreas en las que más te gustaría prosperar espiritualmente en los próximos meses? 

·  ¿Piensas que tu vida espiritual (tu comunión con Dios) es el motor para que seas prosperado en el resto de áreas de tu vida? ¿Por qué?

·  ¿Qué acciones concretas podrías realizar a partir de hoy mismo para prosperar más a nivel espiritual? Pídele que te muestre por dónde empezar. 

“Señor, gracias porque deseas mi bien, y porque tengo la libertad de presentarme delante de Ti en cada momento, porque puedo tener comunión contigo a cada instante. Ayúdame a prosperar espiritualmente y en todas las áreas de mi vida. Que mi corazón arda en Tu Fuego Santo. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”