Como todo lo que tiene que ver con el Reino de los Cielos, la oración juega un papel determinante a la hora de encontrar cuál es el llamado de Dios para nuestras vidas.
Pablo y Bernabé estaban buscando dirección de parte del Señor. Dice la Biblia que, “ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hechos 13:2). A raíz de esto, nacieron los viajes misioneros de Pablo, a través de los cuales muchas iglesias alrededor del Mar Mediterráneo fueron fundadas.
El impacto de haber escuchado el llamado de Dios fue enorme, tanto para el apóstol Pablo, como para la iglesia en su conjunto. Eso es el tipo de cosas que ocurren cuando escuchamos la voz de Dios y estamos atentos a lo que Él nos quiere decir.
Todos cuando conocemos al Señor ardemos en el corazón con el deseo de que Él nos use. Oramos intensamente durante horas para que el Señor nos muestre cuál es Su plan para nuestras vidas y de repente nos encontramos con el verso que dice “Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:4-5). Lo más increíble es que Dios ya sabía de tiempo atrás lo que estaríamos compartiendo en diferentes latitudes por todos estos medios modernos con los demás.
Mantente atento a lo que Dios quiere decirte hoy. Él escucha tus oraciones y a través de ellas puedes obtener revelaciones que cambiarán el rumbo de tu vida por completo y que te dirigirán a lo que Dios tiene preparado para ti.
Y si apartas hoy un buen rato para pedirle al Señor que revele Sus planes para tu vida?
Él quiere mostrártelos.
Bendiciones.