“Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.”
Filipenses 2:13
Siempre que te dices a ti mismo: “No puedo controlar mi temperamento. No puedo romper esta adicción. No puedo mantener mis ojos en las cosas correctas ”, te estás derrotando a ti mismo en tu propio pensamiento. La batalla comienza en tu mente. En este momento, el Dios Altísimo está obrando en ti. Es más grande que cualquier tentación, más grande que cualquier fortaleza. Él te creó para ser libre y tienes la gracia para vencer. En lugar de pasar el día pensando: "He intentado hacerlo, pero simplemente no tengo la disciplina", dale la vuelta. Empiece a decir: “Padre, gracias porque me estás dando el deseo de obedecerte. Gracias porque tengo el poder de vencer, porque las fuerzas para mí son mayores que las fuerzas contra mí. Gracias porque Tu gracia, Tu poder habilitador, es siempre mayor que lo que intenta detenerme. Esa tentación puede ser fuerte, pero el poder que hay en mí es más fuerte ".
Pon tu mente en la dirección correcta. Ese es el primer paso hacia la victoria.
Bendiciones
