“Cuando [Jesús] terminó de hablar, le dijo a Simón: —Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar. —Maestro—respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente”.
Lucas 5:4-5 (NTV)
Como seguidor de Jesucristo, Él espera que obedezcas todo lo que te diga aunque no tenga sentido, aunque pueda parecer tonto a ojos de otras personas, aunque no parezca lógico financieramente hablando, aunque no lo entendamos y estemos tremendamente asustados.
Jesús no sólo subió a la barca, sino que comenzó a dar instrucciones sobre la pesca. Mira bien la reacción de Pedro. Él no discutió con Jesús y no dijo: “Perdón, Señor. Tú eres carpintero. Yo soy pescador. ¡Y los peces no están picando! *¿Quién te crees para decirme cómo tengo que hacer mi trabajo?” Él tampoco vaciló. Cuando Jesús le dijo que zarpara la barca, no respondió: “¿Por qué no pensamos esto un minuto? Formemos un comité y votemos”, o “Estamos demasiado cansados y hambrientos. *¿Por qué mejor no probamos más tarde?”
¿Qué hizo Pedro?
Respondió a Jesús con una obediencia sin cuestionamientos.
Si te transformas en un hombre o mujer que siempre responde
“si tú lo dices”, Dios bendecirá tu vida. Sus instrucciones no tienen que tener sentido para ti. Cuando Dios te dice algo, hazlo, confiando en Él por la fe.
No sé qué te ha dicho Dios que hagas, pero puedo afirmar que la desobediencia siempre termina lastimándote, porque pierdes la bendición. Puedes confiar en Dios porque siempre Él tiene el mejor interés para ti en mente, aunque no lo puedas ver en el momento.
Dios te bendiga.