domingo, febrero 13, 2022

EL TIEMPO DE DIOS

“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”.
Gálatas 6:9 (NTV)
En la sala de espera de la vida, tú puedes elegir confiar en Dios en vez de caer en el pánico.
También necesitas recordar dos cosas: 1) Dios nunca está apurado y 2) Dios nunca está demorado.
El tiempo de Dios siempre es perfecto.
¿Qué pasa entonces en esos tiempos cuando da la impresión de que Dios está demorado? ¡Dios te está preparando para un milagro!
Hay muchos ejemplos de esto en las Escrituras, incluyendo la historia de Lázaro (Juan 11). María y Martha tenían un hermano llamado Lázaro, que era uno de los mejores amigos de Jesús. Vivían en Betania, a unos pocos kilómetros de donde Jesús se encontraba el día que Lázaro se enfermó. Le enviaron un aviso a Jesús, que su amigo estaba gravemente enfermo y le pidieron que fuera a visitarles. Él podría haber llegado a Betania en una o dos horas. Pero Jesús demoró tres días en cubrir los 8 kilómetros. Cuando llegó, ellas le dijeron: “¡te demoraste demasiado! Ya hemos sepultado a Lázaro”.
Jesús no se había demorado. Él sabía lo que estaba haciendo. Su meta no era sanar a Lázaro. Su meta era levantarlo de la muerte. La meta de Jesús no era tan solo que Lázaro estuviera bien. Su meta era hacer un milagro de proporciones astronómicas.
Jesús caminó hasta la tumba de Lázaro, pidió que retiraran la piedra que tapaba la entrada, y dijo: “¡Lázaro, sal de ahí!” ¡y Lázaro lo hizo!
Algunas veces Dios permite que una situación llegue a ser tan mala, que solo un milagro puede transformarla. 
No abandones la fe. Sigue adelante. Sigue orando y sirviendo. Sigue sembrando en el Reino. Y sobretodo sigue creyendo porque estás siendo preparado para un milagro.
Dios ya sabe lo que va a hacer en tu vida el próximo mes, el próximo año, la próxima década y su plan para ti es bueno.
Dios te bendiga.