jueves, julio 22, 2021

DIOS ESCUCHA NUESTRA PETICIÓN DE AYUDA

"Me arrojaste a lo más hondo, a lo más profundo del mar; la corriente me envolvía, y todas tus olas poderosas pasaban sobre mí. Pensé: “Me has echado de tu presencia, pero así y todo yo seguiré rogando hacia tu santo templo”.
Jonás 2:3‭-‬4
Jonás estaba en medio del mar profundo, rodeado de agua y altas olas. Estaba en medio de la oscuridad, desesperado y preguntándose si Dios todavía estaba allí. Necesitaba ayuda y no tenía a nadie más que a Dios a quien recurrir.  Estando en el medio del mar, su primer pensamiento fue que Dios no podía verlo. 
A veces nos sentimos así también. Hay situaciones y tiempos difíciles en los que pensamos que Dios nos ha abandonado. Solemos olvidar que Dios siempre nos escuchará cuando clamamos por ayuda, así como dice:  “Decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.” (Salmo 31:22)
Siempre nos escucha.  Y eso es lo que Jonás hizo. Clamó al Señor y reconoció que le necesitaba. 
Recordemos lo que dice Hebreos 4:16  “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
El enemigo a veces quiere que pensemos que no podemos acercarnos a Jesús pero, como tenemos un sumo sacerdote que es omnipotente y compasivo, podemos llegar confiadamente ante Su trono. 
Dios provee ayuda en tiempos de necesidad. No hay ninguna petición demasiado pequeña ni demasiado grande para Él. 
Él siempre escucha nuestro grito de ayuda. 
Bendiciones.