Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Salmos 27:1
El temor es una sombra negra que nos envuelve y finalmente nos aprisiona dentro de nosotros mismos. Todos hemos sido víctimas del miedo por lo menos en un momento dado de nuestra vida, como por ejemplo: miedo al fracaso, a la inseguridad, al ser rechazados, a la enfermedad, a la muerte o incluso a la oscuridad. Sí es posible vencer el miedo por medio de Jesús, quien nos ayuda a disipar cualquier temor que está agobiando nuestra vida. En la palabra de Dios encontramos un sinfín de promesas que nos alientan a no sentir temor, una de ellas está plasmada en Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” No debemos temer porque la presencia de Dios está con nosotros, cuando dice: “Yo estoy contigo” significa que sin importar cuán asustado o temeroso te encuentres Él va de tu lado, porque ha establecido una relación con nosotros, como lo expresa cuando dice “Yo soy tu Dios”. El sentir miedo no asegura que seas un cobarde, por el contrario, es una reacción muy común entre los seres humanos. La diferencia está en enfrentar nuestros miedos y no dejarlos alojados en nuestro ser, en Deuteronomio 31:8 leemos lo siguiente: "Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.” Dios ha prometido estar contigo todos los días de tu vida, en los días buenos y en los que te sientas agobiado o asustado, solo tienes que hacer uso de sus promesas atesorándolas en tu corazón, para que cuando lleguen a tu vida esos temores puedas afrontarlos con la ayuda y el respaldo de Dios.
Dios te Bendiga.