Tienes hijos? Creo que, de entre todas las cosas que Dios nos da, los hijos son el regalo más precioso, más valioso que podemos tener.
Cuando camino por la calle, me gusta fijarme en
las personas con las que me voy cruzando. Siempre que veo a una pareja con
niños pequeños, me encanta buscar el reflejo de los padres en los niños. No falla,
siempre encuentro parecidos. Puede ser la expresión de los ojos, la forma de
sonreír o la estructura del cuerpo, no importa: siempre puedo ver la imagen de
los padres reflejada en ellos. Y además, no solo de uno de los padres, sino de
los dos. Es tan especial ver cómo Dios lo ha diseñado todo.
Al principio, Dios dijo: “Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” (Génesis 1:26). Él se propuso crearnos de tal forma que Dios
mismo pudiese ser reflejado y visto a través de nosotros.
Quizá te sientes derrotado por las dificultades de
la vida, así como por tus propios fallos y tienes dudas acerca de tu valor.
Pero en este día quiero animarte y recordarte: ¡Eres un(a) hijo(a) de Dios, y
tienes un valor inestimable a Sus ojos. Llevas la imagen de Dios.
Dios te imaginó a Su
imagen. Él te ha diseñado perfectamente, te ha
creado con una personalidad y con unos rasgos únicos y a la vez ha puesto Su
imagen en ti para que todo el mundo pueda verla. Tremendo.
Levántate hoy dejando atrás los fracasos del
pasado y empieza a caminar con confianza. Que todo el mundo pueda ver la imagen
de Dios a través de ti.