viernes, mayo 23, 2008

Tú si puedes

Mateo 25:14-18:
“Porque el Reino de los cielos es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes. 15 Y a uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. 16 El que había recibido los cinco talentos, enseguida fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido los dos talentos ganó otros dos. 18 Pero el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor”.


La falta de confianza en nosotros mismos, el no creernos capaces de realizar la tarea encomendada por Dios, puede generar un estancamiento en la carrera hacia la visión divina. Ahora bien, si Dios confía en que nosotros lo podemos realizar, por qué no confiaremos nosotros también en que lo lograremos. Una visión distorsionada de nosotros mismos nos aleja de las recompensas de Dios. Veámoslo en la parábola de los talentos. Dios confió en sus siervos, por eso le confió los talentos. A cada uno le repartió según su capacidad, pero a todos les dio. Cada uno de ellos respondió en base a una determinada clase de confianza, y uno no confió en nada. Ese perdió todo. Pero aquellos que tuvieron confianza dijeron: Dios me encargó esto, y Él cree que yo soy capaz de multiplicarlo, lo voy a hacer. Nosotros debemos tener confianza en que lo podemos hacer, que lo podemos hacer con Dios. Hay talentos escondidos dentro de tu vida. Dios te tiene en esta tierra como la extensión celestial, y Él sabe que todo lo que toques será bendecido, Él sabe que donde decretes va a suceder algún milagro. Por lo tanto, no te subestimes, sigue corriendo la carrera, hay que seguir avanzando, hay que alcanzar las metas, hay que alcanzar los sueños, la visión. Dios te escogió para manifestar Su gloria. Dios te escogió y te confió Su autoridad para continuar la obra de Jesús en la tierra. No te menosprecies, tú puedes. Tú estás hecho a imagen de Dios. Valora la posición que Dios te otorgó. ¡No renuncies, No te rindas! Tú puedes lograr tus sueños, nunca es tarde. Decídete a Soñar, Tú puedes. Decídete a Triunfar, Tú puedes. Tú puedes porque tú puedes todo en Cristo que te fortalece.
“Padre celestial, gracias por confiar en mí, gracias por escogerme para extender Tu Reino. Soy tu hijo y te amo. Dame sabiduría para administrar y multiplicar todos los talentos que Tú pusiste en mis manos. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.