Números 14:24
“Pero a Mi siervo Caleb, porque ha habido en él un espíritu distinto y Me ha seguido plenamente, lo introduciré a la tierra donde entró, y su descendencia tomará posesión de ella.”.
Cada día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos tomando decisiones. Desde la más pequeña hasta la más grande, todas son frutos de lo que hay en nuestro interior. Caleb tenía un espíritu diferente, lo que lo impulsó a tomar una decisión diferente a la de la mayoría. Él le creía a Dios, y a las Promesas que Él le había dado. Esta decisión de fe lo metió en la tierra prometida y le permitió disfrutar de ella. Todos los demás murieron en el desierto. Las decisiones que hoy tomamos nos pueden promocionar o hundir. Nosotros somos el producto de nuestras decisiones. Hoy somos el producto de las decisiones que tomamos en el pasado, mañana seremos de acuerdo a las decisiones que tomemos hoy. Es por eso, que es de suma importancia que tomemos decisiones basadas en la Palabra de Dios. Al honrar a Dios creyéndole y actuando en lo que Él nos dijo nuestro destino profético no es otra cosa que el éxito. La relación que vamos desarrollando cada día en intimidad con Dios, es la que va afirmando la conciencia de pacto y desarrollando ese espíritu diferente. Esa visión de ganador nos hará tomar decisiones que nos llevan a la victoria. Tomaremos decisiones que afectarán para bien nuestra vida, nuestra familia, nuestros hijos. Nacimos para la tierra prometida y entramos por decisión. Nosotros podemos más que el problema, porque Mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo. No te acomodes a las circunstancias. Si en este momento no ves cómo salir, vé más profundo en tu relación con Dios y Él te dará el entendimiento. En todo lo que emprendas, ¡estarás arriba! David hizo una diferencia con su vida. Se animó a hacer lo que otros no estuvieron dispuestos a hacer. Enfrentó al oso, al león, al filisteo. ¿De dónde vino tanta valentía para tomar esas decisiones y no salir huyendo? Del pacto con Dios. Él tenía la certeza de que Dios lo libraría. Tú eres un hijo de Dios, tienes pacto con Él por la sangre de Jesús. Anímate a tomar decisiones diferentes. Tenemos una sola vida por vivir en esta tierra y no podemos hacer cualquier cosa. Debemos tomar decisiones acordes a Dios. El éxito está en atreverse. Escoge la bendición, decídete a ser feliz.
“Padre celestial gracias, porque me has dado la sabiduría para tomar decisiones correctas que me conducirán a la victoria que Tú preparaste para mí. Gracias por Jesús porque en Él tengo todo. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.
“Pero a Mi siervo Caleb, porque ha habido en él un espíritu distinto y Me ha seguido plenamente, lo introduciré a la tierra donde entró, y su descendencia tomará posesión de ella.”.
Cada día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos tomando decisiones. Desde la más pequeña hasta la más grande, todas son frutos de lo que hay en nuestro interior. Caleb tenía un espíritu diferente, lo que lo impulsó a tomar una decisión diferente a la de la mayoría. Él le creía a Dios, y a las Promesas que Él le había dado. Esta decisión de fe lo metió en la tierra prometida y le permitió disfrutar de ella. Todos los demás murieron en el desierto. Las decisiones que hoy tomamos nos pueden promocionar o hundir. Nosotros somos el producto de nuestras decisiones. Hoy somos el producto de las decisiones que tomamos en el pasado, mañana seremos de acuerdo a las decisiones que tomemos hoy. Es por eso, que es de suma importancia que tomemos decisiones basadas en la Palabra de Dios. Al honrar a Dios creyéndole y actuando en lo que Él nos dijo nuestro destino profético no es otra cosa que el éxito. La relación que vamos desarrollando cada día en intimidad con Dios, es la que va afirmando la conciencia de pacto y desarrollando ese espíritu diferente. Esa visión de ganador nos hará tomar decisiones que nos llevan a la victoria. Tomaremos decisiones que afectarán para bien nuestra vida, nuestra familia, nuestros hijos. Nacimos para la tierra prometida y entramos por decisión. Nosotros podemos más que el problema, porque Mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo. No te acomodes a las circunstancias. Si en este momento no ves cómo salir, vé más profundo en tu relación con Dios y Él te dará el entendimiento. En todo lo que emprendas, ¡estarás arriba! David hizo una diferencia con su vida. Se animó a hacer lo que otros no estuvieron dispuestos a hacer. Enfrentó al oso, al león, al filisteo. ¿De dónde vino tanta valentía para tomar esas decisiones y no salir huyendo? Del pacto con Dios. Él tenía la certeza de que Dios lo libraría. Tú eres un hijo de Dios, tienes pacto con Él por la sangre de Jesús. Anímate a tomar decisiones diferentes. Tenemos una sola vida por vivir en esta tierra y no podemos hacer cualquier cosa. Debemos tomar decisiones acordes a Dios. El éxito está en atreverse. Escoge la bendición, decídete a ser feliz.
“Padre celestial gracias, porque me has dado la sabiduría para tomar decisiones correctas que me conducirán a la victoria que Tú preparaste para mí. Gracias por Jesús porque en Él tengo todo. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.