Apocalipsis 3:15,16: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca”.
¿Qué es un espíritu indiferente? Es ser una persona tibia. Y la consecuencia la encontramos en Apocalipsis 3. El texto declara que: “a los tibios los vomitará”. Este versículo es muy fuerte, ya que en el contexto de lo expresado, Él se refiere directamente a la Iglesia, que en definitiva somos tú y yo. En palabras simples, Jesús dice que: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap.3:21). Pero ¿vencer qué? Vencer la tibieza. Esta forma de ser es muy peligrosa ya que la tibieza lleva a la indiferencia. Una persona tibia es una persona sin motivación, una persona mediocre. Se frena y frena a los demás. Con el tiempo estas personas se vuelven apáticas y complacientes. Las personas indiferentes siempre miran las circunstancias y luego buscan a Dios para llorar. Las personas indiferentes siempre dejan las cosas para después. Siempre es “más adelante”. Y cuando vienen las desgracias dicen: “Dios está tratando con mi vida”. Déjeme decirte algo, Dios siempre está tratando con tu vida y con la mía pero a través de la Palabra. Tú tienes que ver en qué área estás siendo negligente para no robarle el sueño a la gente que está influyendo ni el tuyo propio. Por ejemplo, cuando uno comienza a amar las cosas del mundo más que a Dios, la tibieza y la indiferencia comienzan a ganar lugar en su vida. Aquí cabe que se haga las siguientes preguntas: ¿Estoy haciendo lo que Dios espera de mi vida? ¿Me siento bien sin hacer nada mientras los otros trabajan para Dios? ¿Me siento cómodo así? Las personas que son indiferentes para servir a Dios son infieles porque rompen el pacto que tienen con Él y atraen para sí la maldición. “"Por cuanto no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías la abundancia de todas las cosas, por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el Señor enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas. El pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya destruido” (Deuteronomio 28:47,48) Como dice Ap.3:19b: “sé, pues, celoso, y arrepiéntete”. Si tú eres indiferente, Dios te invita a arrepentirse y hoy es un buen día para hacerlo.