jueves, junio 26, 2008

Padres

Proverbios 23:22
“Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana”.

Nuestros padres fueron escogidos por Dios para que llegáramos a este mundo. En algunos casos, no fueron buenos con nosotros, por ignorancia o porque ellos tampoco conocieron de sus padres el amor y el respeto que se merecían. Muchas pueden ser las causas por las cuales no se comportaron como nosotros esperábamos, ¿Pero sabes qué? Aún así, ellos merecen nuestro respeto y honra. Si tú conoces a Jesucristo sabrás que tus pecados te fueron perdonados, y también debes tener en claro que antes de conocerlo tú tampoco habías sido bueno con Dios. ¿Te das cuenta? Ahora, perdona a tus padres si lo tienes que hacer y libéralos de la prisión del resentimiento de tu corazón. Tú y ellos lo necesitan. Comienza hoy a disfrutar de tus padres lo que antes no pudiste. Depende de ti. Perdona para que seas perdonado como lo declara la Palabra de Dios, y escúchalos y no los menosprecies. Ellos son tus padres y también necesitan de tu amor para poder vivir. Hazlo hoy y llámalos, ellos te estarán esperando como lo hace siempre tu Padre celestial. Ten en cuenta que este es uno de los diez mandamientos que encierra en ella una palabra profética para el que lo haga. “Honra a tu padre y a tu madre, tal como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que vivas una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios” (Deuteronomio 5:16).

“Padre celestial, Es mi decisión perdonar a mis padres. Lo necesito tanto como ellos, ayúdame a dar este paso de bendición familiar y la paz reine en nuestros corazones. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.