martes, junio 17, 2008

AMAR

Marcos 12:29-31
“Jesús contestó: El mandamiento más importante es este: '¡Oye pueblo de Israel! El Señor nuestro Dios es el único Señor. 30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. 31 Y el segundo es: Ama a los demás como te amas a ti mismo. Esos son los mandamientos más importantes”.


Amar no es sólo sentir mariposas en el estómago y estar obnubilado por la otra persona. Amar es mucho más que eso. Amar es una decisión que tomamos una vez y la sostenemos cada día. El día en que conociste a tu esposo/a parecía que todo era un jardín de flores. Ni un sí ni un no, juntos para todos lados y después de varios años de casados, la princesa ya es la vieja y el príncipe, el viejo. Muchos dicen se apagó el amor, ahora sólo queda la costumbre. Si se apagó el amor, ¡enciéndalo! Amar no es un sentimiento. Es un mandamiento. ¿Y cómo se obedece ese mandamiento? Primeramente amando a Dios sobre todas las cosas y luego a su cónyuge como a ti mismo. No importa cuántos años hayan pasado, aviva el amor. Piensa en cómo agradar al otro, tal vez con el desayuno que más le gusta, dejándole a la noche un chocolate en la almohada, diciéndole palabras bonitas durante el día. Una llamada telefónica, un e-mail, lo que se te ocurra puedes hacerlo. Cuidar, respetar, honrar, dar, eso es amor. (Lea 1 Corintios 13). Tú siempre decides accionarlo o no. Si lo haces, si caminas en amor, estarás en la perfecta voluntad de Dios y tu hogar recibirá una lluvia de bendiciones. Actúa en amor con tu pareja, con tus hijos, con tus padres y extiende el amor hacia los demás también. Eso es la voluntad de Dios.

“Padre celestial, Tú has derramado tu amor en mi corazón. A partir de hoy decido amar sin condiciones. Activaré ese amor que has colocado en mí. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.