jueves, octubre 07, 2021

LOS DE LOS PEDREGALES.

"Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó."
Mateo 13:5-6. 
Las raíces son la parte más inteligente de la planta y estudios revelan los fuertes vínculos entre la profundidad de la raíz y las condiciones locales del suelo y del agua. Estas además de percibir el agua, también absorben los nutrientes y minerales que la planta necesita. Las raíces necesitan profundidad porque mientras más ancladas estén, más posibilidades tendrán de satisfacer sus necesidades, razón por la cual el sistema radical de una planta puede llegar a ser muy hondo para satisfacer sus propias demandas. 
Cuando Jesús quiso explicar el siguiente tipo de suelo dijo en Mateo 13:20-21 “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.”  Los pedregales representan tierra poco profunda, extendida sobre la roca donde no había humedad ni nutriente, al igual que una roca con una fina capa de tierra encima, donde la semilla implantada empezó a germinar, pero no pudo echar raíces, y el sol pronto quemó la pequeña planta. 
Este tipo de creyentes no pueden permanecer, ya que solo ha ocurrido un gozo emocional momentáneo, pero no un arrepentimiento verdadero, porque cuando se realiza la obra redentora de Cristo en nuestras vidas, lo que se produce en nosotros es contrición, arrepentimiento, y no un gozo efímero y pasajero. 
Quienes se asemejan a este tipo de suelos dependen de sus emociones y sentimientos y no tienen convicciones profundas y sinceras. Por eso, al hallarse frente a la oposición o a la persecución, vuelven al mundo. 
Este tipo de personas que describe las escrituras de corazón poco profundo son fáciles de identificar pues al venir las pruebas, las tentaciones y persecución por causa de la palabra, luego caen. No seas de esos creyentes temporales, procura echar raíces profundas alimentándote de la Palabra de verdad y así puedas estar dispuesto a luchar por preservar tu fe.
Dios te bendiga.