“El corazón alegre mejora la salud”. Proverbios 17:22 (RVA-2015)
Cuando se necesita ser físicamente recargado, el cuerpo da varias señales. Si el estómago gruñe, es hora de comer. Si los párpados se hacen pesados, es tiempo de dormir.
Tendemos a notar esas señales, pero a menudo dejamos pasar las otras señales que dicen que necesitamos recargarnos emocionalmente, como el sentido de estar abrumado, en corto circuito, un estallido impaciente o evitar a las personas. Y también se deja de desear amar a las personas cuando el tanque emocional se está agotando.
Para seguir amando bien y hacer las cosas que Dios nos ha llamado a hacer hay que mantener el tanque emocional lleno. ¿Pero cómo hacemos eso?
Primeramente hay que pasar un tiempo a solas con Dios. Incluso Jesús se alejó de las multitudes cuando necesitaba recargarse emocionalmente tal como lo dice Marcos 6:31: “Pero eran tantos los que iban y venían, que ni tiempo tenían para comer. Entonces Jesús les dijo: «Vengan, vamos a un lugar tranquilo para descansar a solas»”. La persona que está disponible todo el tiempo no está realmente por completo disponible.
Seguidamente se debe averiguar que actividades generan energía en la vida (recreación) y la recargan. Cada uno de nosotros tiene diferentes cosas que nos recargan porque todos fuimos hechos diferentes. Puede ser un pasatiempo, un deporte, una artesanía o un juego. Encuentra lo que te recarga emocionalmente y entonces saca tiempo para hacerlo. Jesús fue la persona más orientada al ministerio, de forma más intensa que haya existido alguna vez pero incluso la Biblia dice, “El Hijo del Hombre, por su parte, festeja” Mateo 11:19 (NTV). No fuimos hechos para estar exhausto todo el tiempo. Fuimos hechos para ser más como Jesús.
Finalmente desarrolla el hábito de reír. La Biblia dice, “El corazón alegre mejora la salud” Proverbios 17:22 (RVA-2015). La risa incrementa el número de células T en el cuerpo, lo cual mejora la inmunidad y libera endorfinas al cerebro. ¡La risa es buena para la salud! Es un regalo de Dios que no solo hace que disfrutes más la vida, también te ayuda a amar bien a otros.
Dios te bendiga.