martes, diciembre 23, 2008

ESTÁS PREPARADO PARA SU VENIDA

Hechos 1:10,11
“Mientras Jesús ascendía, estando ellos mirando fijamente al cielo, se les presentaron dos hombres en vestiduras blancas, 11 que les dijeron: Varones Galileos, ¿Por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de ustedes al cielo, vendrá de la misma manera, tal como Lo han visto ir al cielo”.

Los momentos finales que Jesús pasó, físicamente con Sus discípulos, fue algo emocionante. Él les habló todo lo que debían saber para empezar a caminar y hacer Su voluntad. Debían esperar que el Espíritu Santo se derramase primero, para luego ir y predicar el Evangelio del Reino (Hechos 1:8). Esta despedida fue vista sólo por Sus discípulos. Él estaba dejando una enseñanza, considerada por la Cristiandad como la “Bendita Esperanza”, es decir, el Arrebatamiento de los cristianos en las nubes para estar por siempre con Él. Lo que el apóstol Pablo nos enseña en 1 Tesalonicenses 4:16,17: “Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. 7 Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre”. El evangelista Lucas en Hechos 1:10,11 nos deja la constancia de que así como Él se fue (en las nubes) así volverá. Los ángeles mensajeros de Dios informaron a los discípulos presentes el sentir del Señor. Este sentir es la característica de todos los cristianos que aman al Señor. Ha pasado mucho tiempo de este suceso, y pareciera como que la Venida de Cristo (el arrebatamiento en las nubes) fuera una mentira o que nunca va a suceder. Vivimos la vida sin pensar en este hecho tan importante. No hace falta entrar en muchos detalles, para darnos cuenta que casi todas las profecías bíblicas previas al retorno de Cristo se han cumplido. Su retorno es inminente. Sería bueno que te preguntaras en este día: ¿Soy consciente que hoy el Señor puede venir a buscarme y arrebatarme junto con Su Iglesia? ¿Estoy realmente preparado? Si Él viniera en los próximos cinco minutos, ¿Estás realmente en condiciones de verle cara a cara? La Palabra del Señor enseña que el arrebatamiento sucederá en un abrir y cerrar de ojos. Eso significa que debemos estar preparados de antemano. ¿Lo estás?

“Padre celestial, perdóname por pasar mis días sin pensar en la venida inminente del Señor Jesucristo. Despiértame de mi insensibilidad espiritual, y enciende mi vida con el Aceite del Cielo que es la presencia de Tu Espíritu Santo. Haz que pueda decir yo también: ¡Ven Señor Jesús! Te lo pido en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.