Porque para mí el vivir es Cristo,
y el morir es ganancia.
Filipenses 1: 21
Cada año miles de personas cometen suicidio; de hecho, el número de tales muertes ha ido creciendo a una velocidad alarmante. La razón no es difícil de descubrir. La mayoría de las personas educadas que no conocen a Jesucristo personalmente creen que somos productos accidentales de la evolución. Ellos dicen que no existe nada que tenga valor eterno, y nuestras acciones sean buenas o malas no tienen ninguna consecuencia. En otras palabras, ellos rechazan la idea del Cielo y del Infierno después de la muerte. Como resultado, la mayoría de estas personas son inmensamente desdichadas, aunque puedan mostrar una imagen de gozar grandemente los placeres que brinda el mundo. Sin fe en Cristo, la vida es absurda, trágica, y sin sentido. A pesar que es popular pensar en términos de vivir sin Dios, es evidente que los seres humanos, creados a la imagen del Señor, no pueden vivir con tal concepto. Vemos evidencia de esto en el arte moderno. Muchos de nosotros se han reído al estar observando algunas 'llamadas' obras de arte. Todo lo que nos muestran son líneas en diferentes sentidos, manchas y borrones. Aun así estas obras son consideradas grandiosas desde el punto de vista artístico, porque a través de ellas el autor ha expresado su más grande frustración con la vida. Ellas exhiben los sentimientos de su alma en torturas. Más aún, algunos artistas han cometido suicidio justo después de haber terminado alguna de sus grandes obras. El mundo va en decadencia porque el ser humano que ha sido hecho para Dios está tratando de vivir sin Él. Cuan diferente era el concepto del Apóstol Pablo, puesto que la vida para él tenía un significado real gracias al Señor Jesucristo. Él ansiaba estar en el Cielo, donde recibiría una gloriosa recompensa por su servicio al Señor (2-Timoteo 4:8). Si tú conoces personalmente a Jesucristo, agradece a Dios por la diferencia que Él hace.
y el morir es ganancia.
Filipenses 1: 21
Cada año miles de personas cometen suicidio; de hecho, el número de tales muertes ha ido creciendo a una velocidad alarmante. La razón no es difícil de descubrir. La mayoría de las personas educadas que no conocen a Jesucristo personalmente creen que somos productos accidentales de la evolución. Ellos dicen que no existe nada que tenga valor eterno, y nuestras acciones sean buenas o malas no tienen ninguna consecuencia. En otras palabras, ellos rechazan la idea del Cielo y del Infierno después de la muerte. Como resultado, la mayoría de estas personas son inmensamente desdichadas, aunque puedan mostrar una imagen de gozar grandemente los placeres que brinda el mundo. Sin fe en Cristo, la vida es absurda, trágica, y sin sentido. A pesar que es popular pensar en términos de vivir sin Dios, es evidente que los seres humanos, creados a la imagen del Señor, no pueden vivir con tal concepto. Vemos evidencia de esto en el arte moderno. Muchos de nosotros se han reído al estar observando algunas 'llamadas' obras de arte. Todo lo que nos muestran son líneas en diferentes sentidos, manchas y borrones. Aun así estas obras son consideradas grandiosas desde el punto de vista artístico, porque a través de ellas el autor ha expresado su más grande frustración con la vida. Ellas exhiben los sentimientos de su alma en torturas. Más aún, algunos artistas han cometido suicidio justo después de haber terminado alguna de sus grandes obras. El mundo va en decadencia porque el ser humano que ha sido hecho para Dios está tratando de vivir sin Él. Cuan diferente era el concepto del Apóstol Pablo, puesto que la vida para él tenía un significado real gracias al Señor Jesucristo. Él ansiaba estar en el Cielo, donde recibiría una gloriosa recompensa por su servicio al Señor (2-Timoteo 4:8). Si tú conoces personalmente a Jesucristo, agradece a Dios por la diferencia que Él hace.