Nadie necesita un título para ser un líder, todos en cierta medida son líderes, puede que no todos sean efectivos, pero todos son líderes. Eres un líder tengas o no un título. No importa quien eres, hay alguien a quien influyes, hay alguien quien te admira, hay alguien quien te respeta, ya sea en lo secreto o abiertamente.
No necesitas una tarima, un púlpito o estar en el frente para liderar, casi siempre el verdadero liderazgo se demuestra debajo, siendo padre, madre, hijo, hermano, estudiante, empleado, compañero, buen ciudadano, persona respetable y con valores, etc. Muchos subestiman estos títulos porque creen que el líder siempre debe de estar parado sobre una tarima, púlpito o en el frente para considerarle como tal, nada más alejado de la realidad que eso.
Una pregunta importante es ¿Que liderazgo estás reflejando?
No hay liderazgo más efectivo que aquel que refleja el liderazgo de Cristo en su vida, motivado por el mayor de las virtudes que es el amor. Sí no lideramos bajo esta virtud, difícilmente estaremos liderando como Cristo, como aquel que sabiendo que era Dios, lavaba los pies de sus discípulos.
Cristo te llama a ejercer tu liderazgo por Colombia, para que nuestra patria sea grande, respetada y libre. Porque en ella amamos todo lo que no es querido: sus glorias, su hermosura, nuestros hogares, el fruto de nuestros esfuerzos y la realización de nuestros sueños.
Ser colombiano es una enorme gloria y una ambición grande es la de llevar con honor el título de Colombiano, por eso recuerda la recomendación que hace Pablo:
"Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes." Filipenses 4:8-9 NVI
Dios te bendiga