Génesis 29:35: “Lea tuvo aún otro hijo, al cual llamó Judá, porque dijo: Esta vez alabaré al Señor. Después de esto, dejó de tener hijos”.
La alabanza es la receta de Dios para cambiar tu ambiente. Dios se hace conocido a través de la alabanza. No debes olvidar que cada vez que tú alabas estás colocando a Dios en el lugar que le corresponde. Hay varias verdades que debes saber con respecto a ella. Por ejemplo:
Ø La ALABANZA coloca a Dios en primer lugar.
Ø La ALABANZA fluye desde nuestro compañerismo con Dios.
Ø La alabanza es una elección consciente (Salmos 42).
Ø La alabanza es una expresión de Fe
En Génesis 29:35, vemos que Lea pasaba por incomprensiones, rechazos, desprecio y momentos oscuros. Pero decidió cambiar y eligió un nombre para su hijo: Judá. La bendición de Judá está en el nombre, significa: Reverenciar o adorar su nombre con sus manos extendidas. Esa decisión atrajo la presencia de Dios. Judá y toda su descendencia fueron afectadas (Salmos 78: 67,68). A Dios le agradó el nombre que Lea le puso a su hijo y lo escogió para un favor especial – ser antepasado de David y de Jesús. Fíjate que importante es un nombre y la confesión. Tú puedes recibir las mismas bendiciones de Judá y sus descendientes. Tú tienes:
Ø La Presencia de Dios.
Ø El Poder y la Autoridad de Dios.
Ø La victoria sobre las dificultades.
Estas bendiciones son tuyas porque Él habita con la gente que lo alaba a Él como Él requiere. Alábalo y manifestará Su presencia hoy mismo.
“Padre celestial, Tú eres digno de recibir toda alabanza. Levanto hoy mis manos para exaltarte, para decirte que eres lo más hermoso de mi vida. Has sacado todo mi dolor y me has llenado de Tu amor. Nadie hay como Tú Señor. Te amo con todo mí ser. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.
La alabanza es la receta de Dios para cambiar tu ambiente. Dios se hace conocido a través de la alabanza. No debes olvidar que cada vez que tú alabas estás colocando a Dios en el lugar que le corresponde. Hay varias verdades que debes saber con respecto a ella. Por ejemplo:
Ø La ALABANZA coloca a Dios en primer lugar.
Ø La ALABANZA fluye desde nuestro compañerismo con Dios.
Ø La alabanza es una elección consciente (Salmos 42).
Ø La alabanza es una expresión de Fe
En Génesis 29:35, vemos que Lea pasaba por incomprensiones, rechazos, desprecio y momentos oscuros. Pero decidió cambiar y eligió un nombre para su hijo: Judá. La bendición de Judá está en el nombre, significa: Reverenciar o adorar su nombre con sus manos extendidas. Esa decisión atrajo la presencia de Dios. Judá y toda su descendencia fueron afectadas (Salmos 78: 67,68). A Dios le agradó el nombre que Lea le puso a su hijo y lo escogió para un favor especial – ser antepasado de David y de Jesús. Fíjate que importante es un nombre y la confesión. Tú puedes recibir las mismas bendiciones de Judá y sus descendientes. Tú tienes:
Ø La Presencia de Dios.
Ø El Poder y la Autoridad de Dios.
Ø La victoria sobre las dificultades.
Estas bendiciones son tuyas porque Él habita con la gente que lo alaba a Él como Él requiere. Alábalo y manifestará Su presencia hoy mismo.
“Padre celestial, Tú eres digno de recibir toda alabanza. Levanto hoy mis manos para exaltarte, para decirte que eres lo más hermoso de mi vida. Has sacado todo mi dolor y me has llenado de Tu amor. Nadie hay como Tú Señor. Te amo con todo mí ser. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.