1 Juan 5:4: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe”.
Como nacidos de nuevo, comprados por sangre, hijos de pacto del Dios Altísimo, ¿Cómo manejamos una crisis financiera? ¿Cómo podemos permanecer animados y vivir positivamente en un mundo negativo? ¿Cómo podemos mudarnos de una situación que cambia vidas a una solución que cambia vidas? El Señor Jesús dijo en Lucas 18:27: “Lo imposible para los hombres es posible para Dios”. Hoy quiero compartir contigo doce (12) principios pro-activos relevantes para tus finanzas hoy:
1. No ignores los desafíos financieros ni entierres tu cabeza en la arena, como el avestruz del proverbio, ¡esperando que desaparezcan pronto! Toma una posición de pacto y audazmente enfrenta a los gigantes del temor y la escasez con la Palabra de Dios. ¡Los justos son tan audaces como un león!
2. ¡No te arrodilles al espíritu de temor, desaliento o ansiedad! ¡El temor te hará tener pánico y aún volverse paranoico! El temor es el gran paralizador – ¡no le des ni un centímetro! El temor es la fe en el diablo, y entonces en el Nombre de Jesús, ¡toma autoridad sobre el temor que está tratando de tomar autoridad sobre ti!
3. Discute lo bueno en vez de lo malo. Hablar mal de la economía, hablar de manera pobre sobre tus finanzas y discutir los tiempos duros sólo agravarán la situación; ¡entonces habla vida, no muerte! Tus palabras profetizan tu futuro, ¡entonces asegúrate de que tus palabras estén funcionando para ti y no en contra de ti!
4. Evita los canales de noticias ya que ellos llenan una porción diaria de fatalidad y destrucción. Deja de escuchar el compás del tambor negativo de los insensatos medios de comunicación - ¡esa es una receta para la preocupación! Lo que miras y escuchas crecerá y te aumentará en tu vida.
5. Renueva tu mente diariamente con la Palabra de Dios. Leer, meditar y saturar tu mente con la Escritura es vital para tu victoria. Recuerda: Tu estado mental crea tu estado de resultados.
6. No dejes de dar a Dios sólo porque la economía está en baja. ¡No seas nunca un tacaño! ¡Dios ama a los dadores alegres! Amar el dinero por el dinero mismo o para amontonar en temor es una trampa. Ver el dinero como una herramienta bendita para extender el Evangelio es el secreto para la prosperidad de Dios (Pr.11:24,25). ¡Dios bendice sobrenaturalmente tus acciones de fe y obediencia cuando das finanzas para la causa del Evangelio! Tú plantas dinero en la obra de Dios y Él te regresa una cosecha de prosperidad. Esta es la ley dinámica de Dios de la siembra y la cosecha, y nunca falla. Siembra siempre tu semilla financiera con gozo y fe expectante. El incremento está garantizado (Lucas 6.38). Sé fiel a Dios en tus Diezmos, Ofrendas y Primicias esa es la llave de la Prosperidad Económica. Y Dios quiere que seas prospero.
7. Convierte en alta prioridad seguir buscando a Dios y Su Reino primero (Mt.6:33). Servir al Señor es tu primera elección, ¡no tu último chance! ¡Encuéntrate con Dios primero en la mañana antes de encontrarte con el diablo!
8. Tú le recuerdas a Dios que Él es tu Fuente en todo tiempo y en toda circunstancia. ¡Lo alabas porque Él, como tu Fuente, es tu Shaddai siempre fiel! ¡Él es el que nunca falla, no cambia y no tiene límites!
9. Toma acción de fe agresiva cuando la escasez ataque y sal en contra de ella, ¡con audacia toma el arma de la Palabra de Dios! Para cada situación negativa, ¡la Palabra de Dios tiene la solución positiva! Toma acción ahora con la Espada del Espíritu y habla la Palabra directamente a tu situación.
10. Has de la diligencia una alta prioridad y recorre la milla extra en el trabajo. Algunos cristianos tienen una pobre ética laboral y son conocidos por una actitud negativa en el trabajo. Esto bloquea tu prosperidad. ¡Agradece a Dios por tu trabajo y por la habilidad para trabajar! Agradece a Dios por tus dones, talentos, capacidades y habilidades para hacer tu trabajo con excelencia. Ten una gran actitud hacia tu trabajo y sé diligente en tu trabajo – al hacerlo, la promoción, el favor y la prosperidad te seguirán (Pr.10:4)
11. Toma una dosis masiva de la medicina de Dios. La Palabra de Dios es medicina (Pr.4:20-23; Sal.107:20) que sanará tu cuerpo físico y puede sanar todo lo demás en tu vida. ¡La Palabra puede sanar tu matrimonio, tus emociones y tus asuntos financieros! ¿Por qué no “duplicar” tu medicina para incrementar tu fe financiera? Depende de ti mantener el interruptor de la fe encendido. Llénate de libros, CDs y videos ungidos que eleven tu fe – ¡Lo que piensas, eso produce!
12. Toma una posición vigorosa en las promesas del pacto de Dios, reclamando total victoria sobre todo enemigo de escasez, temor, duda, desaliento y depresión financiera. La Palabra de Dios funciona y funcionará para ti, ¡si tú la pones a trabajar! Dios vigila que Su Palabra se cumpla y la confirma con señales que la siguen. Mientras reclamas, confiesas y sigue parado en la Palabra de Dios. ¡Tu victoria está garantizada! Esto demanda fe; tu fe en acción es lo que agrada a Dios (He.11:6).
“Padre celestial, en este día te doy gracias porque Tu ya has determinado mi victoria y mi éxito en todas las áreas de mi vida, hoy decido poner en práctica Tus principios que me garantizan el éxito en mi vida. Lo creo, en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.
Como nacidos de nuevo, comprados por sangre, hijos de pacto del Dios Altísimo, ¿Cómo manejamos una crisis financiera? ¿Cómo podemos permanecer animados y vivir positivamente en un mundo negativo? ¿Cómo podemos mudarnos de una situación que cambia vidas a una solución que cambia vidas? El Señor Jesús dijo en Lucas 18:27: “Lo imposible para los hombres es posible para Dios”. Hoy quiero compartir contigo doce (12) principios pro-activos relevantes para tus finanzas hoy:
1. No ignores los desafíos financieros ni entierres tu cabeza en la arena, como el avestruz del proverbio, ¡esperando que desaparezcan pronto! Toma una posición de pacto y audazmente enfrenta a los gigantes del temor y la escasez con la Palabra de Dios. ¡Los justos son tan audaces como un león!
2. ¡No te arrodilles al espíritu de temor, desaliento o ansiedad! ¡El temor te hará tener pánico y aún volverse paranoico! El temor es el gran paralizador – ¡no le des ni un centímetro! El temor es la fe en el diablo, y entonces en el Nombre de Jesús, ¡toma autoridad sobre el temor que está tratando de tomar autoridad sobre ti!
3. Discute lo bueno en vez de lo malo. Hablar mal de la economía, hablar de manera pobre sobre tus finanzas y discutir los tiempos duros sólo agravarán la situación; ¡entonces habla vida, no muerte! Tus palabras profetizan tu futuro, ¡entonces asegúrate de que tus palabras estén funcionando para ti y no en contra de ti!
4. Evita los canales de noticias ya que ellos llenan una porción diaria de fatalidad y destrucción. Deja de escuchar el compás del tambor negativo de los insensatos medios de comunicación - ¡esa es una receta para la preocupación! Lo que miras y escuchas crecerá y te aumentará en tu vida.
5. Renueva tu mente diariamente con la Palabra de Dios. Leer, meditar y saturar tu mente con la Escritura es vital para tu victoria. Recuerda: Tu estado mental crea tu estado de resultados.
6. No dejes de dar a Dios sólo porque la economía está en baja. ¡No seas nunca un tacaño! ¡Dios ama a los dadores alegres! Amar el dinero por el dinero mismo o para amontonar en temor es una trampa. Ver el dinero como una herramienta bendita para extender el Evangelio es el secreto para la prosperidad de Dios (Pr.11:24,25). ¡Dios bendice sobrenaturalmente tus acciones de fe y obediencia cuando das finanzas para la causa del Evangelio! Tú plantas dinero en la obra de Dios y Él te regresa una cosecha de prosperidad. Esta es la ley dinámica de Dios de la siembra y la cosecha, y nunca falla. Siembra siempre tu semilla financiera con gozo y fe expectante. El incremento está garantizado (Lucas 6.38). Sé fiel a Dios en tus Diezmos, Ofrendas y Primicias esa es la llave de la Prosperidad Económica. Y Dios quiere que seas prospero.
7. Convierte en alta prioridad seguir buscando a Dios y Su Reino primero (Mt.6:33). Servir al Señor es tu primera elección, ¡no tu último chance! ¡Encuéntrate con Dios primero en la mañana antes de encontrarte con el diablo!
8. Tú le recuerdas a Dios que Él es tu Fuente en todo tiempo y en toda circunstancia. ¡Lo alabas porque Él, como tu Fuente, es tu Shaddai siempre fiel! ¡Él es el que nunca falla, no cambia y no tiene límites!
9. Toma acción de fe agresiva cuando la escasez ataque y sal en contra de ella, ¡con audacia toma el arma de la Palabra de Dios! Para cada situación negativa, ¡la Palabra de Dios tiene la solución positiva! Toma acción ahora con la Espada del Espíritu y habla la Palabra directamente a tu situación.
10. Has de la diligencia una alta prioridad y recorre la milla extra en el trabajo. Algunos cristianos tienen una pobre ética laboral y son conocidos por una actitud negativa en el trabajo. Esto bloquea tu prosperidad. ¡Agradece a Dios por tu trabajo y por la habilidad para trabajar! Agradece a Dios por tus dones, talentos, capacidades y habilidades para hacer tu trabajo con excelencia. Ten una gran actitud hacia tu trabajo y sé diligente en tu trabajo – al hacerlo, la promoción, el favor y la prosperidad te seguirán (Pr.10:4)
11. Toma una dosis masiva de la medicina de Dios. La Palabra de Dios es medicina (Pr.4:20-23; Sal.107:20) que sanará tu cuerpo físico y puede sanar todo lo demás en tu vida. ¡La Palabra puede sanar tu matrimonio, tus emociones y tus asuntos financieros! ¿Por qué no “duplicar” tu medicina para incrementar tu fe financiera? Depende de ti mantener el interruptor de la fe encendido. Llénate de libros, CDs y videos ungidos que eleven tu fe – ¡Lo que piensas, eso produce!
12. Toma una posición vigorosa en las promesas del pacto de Dios, reclamando total victoria sobre todo enemigo de escasez, temor, duda, desaliento y depresión financiera. La Palabra de Dios funciona y funcionará para ti, ¡si tú la pones a trabajar! Dios vigila que Su Palabra se cumpla y la confirma con señales que la siguen. Mientras reclamas, confiesas y sigue parado en la Palabra de Dios. ¡Tu victoria está garantizada! Esto demanda fe; tu fe en acción es lo que agrada a Dios (He.11:6).
“Padre celestial, en este día te doy gracias porque Tu ya has determinado mi victoria y mi éxito en todas las áreas de mi vida, hoy decido poner en práctica Tus principios que me garantizan el éxito en mi vida. Lo creo, en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.