
“Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”.
Todos queremos tener un hogar bendecido. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos. Todos queremos que a ellos les vaya mejor que a nosotros. Pero esto no es algo que sucede por casualidad. Esto sucede cuando seguimos el consejo de Dios y trabajamos cada día en ello. Dios debe ser el primero en nuestro hogar y nuestro amor hacia Él debe manifestarse en las actitudes que tenemos con nuestra familia. No podemos decir que amamos a Dios y despreciar y maltratar a nuestros seres queridos. Lo que recibimos de Dios lo debemos dar primeramente en nuestro hogar. Por eso la Palabra nos dice que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, con todo nuestro ser y eso transmitirlo. Transmite la bendición en todo momento. Toma tiempo con tu familia para hablar de la Palabra de Dios. Cuando tengas que tomar una decisión o darle un consejo a tus hijos, hazlo basado en lo que dice la Palabra de Dios. Tú perpetuarás las bendiciones por generaciones si así lo haces. Proverbios 22:6 dice: “Instruye al niño en el camino que debe andar, Y aun cuando sea viejo no se apartará de él”. Estos niños a su vez instruirán a sus propios hijos y así continuará la bendición. ¿Y cómo instruirlos? Con Palabras y con ejemplo ¡Esto es básico! Vive lo que predicas. Ten apertura para que tus hijos se acerquen a ti, escúchalos y enséñales lo correcto. Si descuidas esta área el diablo se encargará de que haya alguien que los instruya pero en la dirección incorrecta. Valora lo que Dios te ha dado y establece las prioridades correctas. Tu casa será un canal para que fluya el río de las bendiciones de Dios por generaciones ¡Aleluya!
“Padre celestial, en tu inmenso amor me enseñas cómo vivir en Tus bendiciones y cómo impartirlas a mi familia. Con Tu ayuda seremos luz y llevaremos esa luz a otras familias que están en necesidad. Lo decreto en el Nombre Poderoso de Jesús, amén”.